¿Amante de la cafeína? Esta es la RECETA definitiva para preparar un exquisito café escocés en menos de 20 minutos
Para las y los verdaderos amantes del café, cada taza representa un viaje sensorial: el aroma envolvente, la textura cálida en boca y ese golpe revitalizante que solo la cafeína puede ofrecer. Pero si estás buscando algo más que una taza ordinaria, algo que combine tradición, carácter y un toque de indulgencia, el café escocés podría ser exactamente lo que necesitas.
Esta bebida no es solo un café más en la lista de combinaciones internacionales, pues con su mezcla de café fuerte, whisky escocés y crema batida, es una experiencia única que va más allá del simple acto de beber cafeína. Es un homenaje a la cultura escocesa, a su clima frío que invita a bebidas reconfortantes, y a la sofisticación de sus destilados.
Los orígenes del café escocés no son tan documentados como los de otras bebidas clásicas, pero muchos historiadores coinciden en que su creación fue una evolución natural del café irlandés, adaptado a los gustos y destilados típicos de Escocia. En dicho país, esta bebida se sirve tanto en pubs rurales como en restaurantes de alta cocina, sobre todo durante el invierno o al final de una cena copiosa. Es un digestivo que también funciona como postre, gracias a la crema batida.
¿Cómo preparar el mejor café escocés con sólo tres ingredientes? | RECETA
La magia del café escocés reside en su equilibrio ya que no es una bebida excesivamente dulce, pero tampoco amarga. La combinación de café fuerte, whisky de calidad y crema batida crea una armonía de sabores que puede disfrutarse lentamente, sorbo a sorbo; si ya se te hizo agua a la boca, aquí te comparto la mejor receta para preparar un delicioso café escocés sin salir de tu casa.

Fotografía: Freepik.
Ingredientes para el café escocés (1 porción)
- 1 taza de café negro fuerte (preferiblemente espresso doble o café filtrado concentrado)
- 45 ml de whisky escocés (single malt o blended, según preferencia)
- 1 cucharadita de azúcar moreno (opcional, al gusto)
- 50 ml de crema batida (no chantilly, sino crema fresca montada suavemente)
- Nuez moscada o virutas de chocolate (opcional, para decorar)
Utensilios:
- Taza de vidrio resistente al calor o copa de cóctel tipo “Irish Coffee”
- Cuchara de mango largo
- Batidor de mano o eléctrico (si vas a montar la crema en casa)
Paso a paso para preparar café escocés
- Comienza por preparar una taza de café bien fuerte. Si tienes una cafetera espresso, utiliza un doble espresso y si usas prensa francesa o método de filtrado, asegúrate de usar más café del habitual para obtener una infusión intensa.
- Llena la copa con agua caliente durante un minuto y luego vacíala, esto evitará que el cristal se agriete por el contraste térmico y mantendrá el café caliente por más tiempo.
- Vierte los 45 ml de whisky escocés en la copa caliente, añade la cucharadita de azúcar moreno si deseas un sabor más dulce y remueve hasta que se disuelva. Este paso también puede hacerse sin azúcar si prefieres mantener el sabor robusto del whisky.
- Vierte el café caliente lentamente sobre el whisky. Hazlo con cuidado para que los líquidos se mezclen bien sin perder temperatura.
- Si montas la crema tú mismo, asegúrate de no batirla demasiado ya que debe quedar espesa pero aún fluida, de forma que pueda flotar sobre el café sin hundirse. Si usas crema comercial, verifica que no sea demasiado azucarada, pues podría alterar el equilibrio de sabores.
- Coloca una cuchara de mango largo justo sobre la superficie del café, con la parte curva hacia abajo y vierte la crema suavemente sobre la cuchara para que flote sobre el café. Esta técnica crea una hermosa capa flotante.
- Opcionalmente, ralla un poco de nuez moscada o chocolate negro sobre la crema. Sirve inmediatamente y sin remover: la idea es beber el café caliente a través de la capa fría y suave de crema.

Fotografía: Freepik.
¿Qué diferencia hay entre café irlandés y café escocés?
El café irlandés y el café escocés son bebidas similares en estructura, pero distintas en carácter; ambos combinan café negro caliente, whisky y crema batida, lo que los convierte en digestivos populares y reconfortantes. Sin embargo, la principal diferencia radica en el tipo de whisky utilizado: el café irlandés emplea whisky irlandés, conocido por su suavidad y perfil más dulce, mientras que el café escocés se prepara con whisky escocés, que suele ser más ahumado, seco y con notas más intensas.
Así, el café irlandés tiene una historia bien documentada, originada en los años 40 en el aeropuerto de Foynes, Irlanda, como una bebida caliente para reconfortar a los viajeros. Su receta clásica incluye café fuerte, whisky irlandés, azúcar moreno y una capa de crema ligeramente batida. El resultado es una bebida equilibrada, con un toque dulce y una textura sedosa.
Por su parte, el café escocés, en cambio, es una versión menos estandarizada, que se desarrolló como una adaptación local usando whisky escocés. En algunas versiones, puede incluir especias como nuez moscada o virutas de chocolate como decoración.

Fotografía: Freepik.
En cuanto al sabor, el café irlandés es más accesible y redondo, ideal para quienes buscan una experiencia más dulce y suave. El café escocés, por otro lado, ofrece un perfil más profundo y complejo, ideal para quienes aprecian los matices intensos del whisky escocés. Ambos son perfectos para cerrar una comida, acompañar una conversación o disfrutar en una noche fría.
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