Guadalajara amaneció sobre ruedas. Desde temprano, las principales avenidas de la ciudad se llenaron de color, velocidad y esfuerzo con la octava edición del Gran Giro Comude Electrolit 2025, que reunió a más de mil ciclistas en un circuito vibrante por el corazón tapatío.

Los pedalistas se enfrentaron a dos rutas exigentes: el Medio Fondo (75 km) y el Gran Fondo (150 km), ambas con salida y meta en los Arcos de Vallarta, pasando por puntos emblemáticos como avenida Vallarta, López Mateos, Lázaro Cárdenas y la Glorieta Minerva, en un recorrido que combinó belleza urbana con exigencia deportiva.

El evento, organizado por el Consejo Municipal del Deporte (Comude), ofreció una jornada familiar e incluyente, con ciclistas de todas las edades y la presencia destacada de personas con discapacidad visual, que completaron el trayecto acompañadas de guías.

“Esta carrera es muy importante para Guadalajara. Aquí es tierra de deportistas y queremos resaltarlos en los grandes eventos de nuestra ciudad”, expresó David Alberto Prado, director de Comude. Además, subrayó que el Gran Giro forma parte del impulso al ciclismo mexicano en un momento en que figuras como Isaac del Toro brillan en el escenario internacional.

Uno de los grandes aliados fue Electrolit, que desde hace seis ediciones respalda la justa como parte de su compromiso con la salud y el deporte. “Cada vez nos convencemos más de que estamos en el camino correcto. Estar presentes en eventos deportivos significa que estamos haciendo bien a la sociedad”, comentó Óscar Taquechi, gerente de marca.

Además confesaron que ya piensan en la décima edición, aunque el próximo año tratarán de buscar la estrategia perfecta para alinearlo con la Copa del Mundo de Futbol y darle más difusión. 

En lo deportivo, el Gran Fondo fue dominado por José Gerardo Ulloa en la rama varonil, mientras que en la femenil hubo un empate entre Fernanda Paola Zárate y Elizabeth Domínguez. Además, el premio de 250 mil pesos fue repartido entre los mejores 20 de cada categoría. 

Con un ambiente festivo al pie de la Minerva, entre aplausos, familias y bicicletas, el Gran Giro cerró su octava edición reafirmando su lugar como una de las pruebas ciclistas más importantes del país, y como un escaparate donde Guadalajara presume su cultura deportiva y su pasión por rodar.