Bellas Artes celebra a sus concertistas
No todos los días se escucha una Passacaglia barroca interpretada con violín solo, ni se presencian transcripciones para dos pianos de obras originalmente pensadas para gran orquesta. Tampoco es común que, en un solo programa, convivan Biber, Saint-Saëns, Ravel y Gershwin. Y sin embargo, eso es exactamente lo que propone la Segunda Gala 2025 de Concertistas de Bellas Artes, que se llevará a cabo el domingo 20 de julio a las 17 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Más allá del programa, que es ambicioso y virtuoso, la gala busca visibilizar a los concertistas como lo que son: un grupo de élite artística que trabaja dentro de México, que da conciertos todo el año en más de 17 estados del país, y que representa una de las pocas iniciativas institucionales en el mundo que ofrece plazas estables a intérpretes profesionales. “Es un grupo del que tenemos que estar orgullosos”, afirma José María Serralde, Coordinador Nacional de Música y Ópera del INBAL. “Son artistas que entran por audición rigurosa, con un nivel altísimo, y su trabajo es presentar programas diversos durante el año. Imagina que tu plaza laboral consiste en tocar música de cámara al más alto nivel”.
El programa se abre con una obra poco convencional: una sonatina para flauta, viola y arpa en arreglo especial de Mauricio Abel, interpretada por Abraham Sáenz, Omar Pérez Gaydos y Emmanuel Padilla Holguín. Luego, la maestra Viktoria Horti —“gran violinista, bellísima artista, no se ve algo así todo el tiempo en el Palacio”, señala Serralde— interpretará la Passacaglia de las Sonatas del Rosario, de Heinrich Ignaz Franz Biber, pieza intensa para violín solo que raramente se presenta en salas de gran formato.
El repertorio continúa con un guiño a la tradición americana: Rialto Ripples, de George Gershwin, y tres de los Seven Virtuoso Etudes de Earl Wild, basados en temas del mismo Gershwin (Liza, Embraceable You y Fascinating Rhythm), ejecutados por el pianista Alberto Cruzprieto. Después del intermedio, Alejandro Barrañón interpretará Alborada del gracioso, de Maurice Ravel, y luego se unirá a Cruzprieto para tocar El carnaval de los animales, de Saint-Saëns, en su versión para dos pianos adaptada por Lucien Garban. Como cierre, los pianistas Naoya Seino y Alfredo Isaac Aguilar abordarán La Valse, la monumental obra orquestal de Ravel transcrita por el propio compositor para dos pianos.
La gala forma parte del ciclo Francia para el siglo XX, con el que se celebra la infancia de tres compositores esenciales: Saint-Saëns, Ravel y Erik Satie. “Nos interesa mostrar que estos autores, más allá de las piezas más conocidas, tienen una obra vasta, compleja, y profundamente conectada con la música del mundo, incluida la mexicana”, subraya el Coordinador. “Queremos que el público escuche más allá de lo que ya conoce”.
Los intérpretes de esta gala no son ajenos a escenarios internacionales. Abraham Sáenz es músico principal de la Sinfónica de Minería, la Filarmónica de la UNAM y la Orquesta de Cámara de la ENP. Omar Pérez Gaydos ha formado parte de la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y ha trabajado con la Filarmónica de Jalisco y Solistas de América. Emmanuel Padilla Holguín ha tocado en más de una docena de países y dirige la Asociación Latinoamericana del Arpa. Viktoria Horti, originaria de Hungría, fue concertino de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y ha vivido en México desde 1981. Alberto Cruzprieto ha grabado más de 45 discos y fue nominado al Grammy Latino. Alejandro Barrañón es especialista en repertorio mexicano contemporáneo. Alfredo Isaac Aguilar se ha presentado con orquestas en México y Europa. Naoya Seino, con formación en Japón, Hungría y Austria, es reconocido por su interpretación del repertorio desde el Barroco hasta la música actual.
“Queremos que esta gala sea una celebración del talento que habita en casa. Y que se sepa que en México también se alcanza la excelencia, sin tener que salir del país para lograrlo”, concluye Serralde.
MAAZ
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